Miura Private Equity está a punto de integrar el grupo de gestoras de capital riesgo que han abierto el foco de inversión hacia nuevas estrategias para ganar radio de acción y, de resultas, han pasado a compatibilizar dos o más fondos. La entidad catalana cerrará en las próximas semanas un vehículo específico para hacer compras en el sector agroalimentario español, que convivirá con el generalista que levantó el año pasado.
Fuentes del mercado aseguran que la firma que dirigen Luis Seguí y Juan Leach va a atraer un importe de en torno a 350 millones para su nuevo proyecto, con el que pretende realizar operaciones solo en compañías productoras y distribuidoras de frutas y verduras. Este potencial se añadirá a los 330 millones que recaudó a principios de 2018 para Miura Fund III, el tercer fondo de la casa para apostar por empresas de todo tipo, que ya tiene tres participadas (EfectoLed, Grupo Saona y Tragaluz).
La apuesta de Miura por el sector agrícola español se encuadra dentro del intento de los operadores de private equity de buscar ángulos distintivos que les permitan aprovechar el fuerte apetito de los inversores por el capital riesgo, a la vez que adquieren una baza competitiva para enfrentar la intensa rivalidad por hacer transacciones que hoy se da entre los fondos.
Otras entidades antes que Miura han lanzado iniciativas recientes con idéntico propósito. Entre estos, se sitúan algunas de las principales gestoras del mercado español, como Portobello, Nazca, Sherpa y Axon. Esta última, que atesoraba un largo recorrido en la inversión en start ups tecnológicas, decidió hace un año salir de su zona de confort para explorar otras áreas de actividad. Los responsables de la firma, encabezados por Francisco Velázquez, captaron 100 millones para un fondo de growth con el que respaldar pymes con un grado de consolidación mayor y ubicadas en sectores tradicionales distintos de la industria tecnológica que tan bien conoce la entidad.
La táctica en favor de la diversificación de Axon Partners Group no quedó ahí. En paralelo, la gestora, que hasta la fecha se ceñía a las operaciones directas de venture capital, dio además el salto al universo de los fondos de fondos y lanzó un vehículos de estas características, bautizado como Aurora, que ya dispone de compromisos por valor de 100 millones.
El mercado de growth, que protagonizan las pymes con necesidad de apoyo financiero para impulsar planes de expansión y que todavía no están preparadas para grandes compras apalancadas (buy out), también fue la opción elegida por Sherpa Capital para ampliar su foco de atención. La entidad que capitanean Eduardo Navarro y Alfredo Bru, experta en reorientación y situaciones complejas (turnaround, según el argot del sector), anunció en mayo de 2018 el cierre de un fondo de 150 millones para ahondar en esta estrategia que, a diferencia de la que venía desplegando, pone la lupa en compañías rentables.
Éxito de recaudación
– Este movimiento hacia la inversión en growth ha venido propiciada por el éxito de recaudación de los grandes fondos españoles de private equity, que en los últimos años han levantado vehículos con más recursos, desplazando su radar hacia compañías de mayor tamaño que las que perseguían con sus fondos predecesores. Esto ha acentuado las oportunidades de inversión en pymes que se sitúan en la horquilla inferior del mercado o incluso en la toma de minorías.
Precisamente para paliar las consecuencias de este desplazamiento, Nazca dio el paso para convertirse en una gestora multifondo. Después de atraer 275 millones en 2016 para su cuarto vehículo, los directivos de la firma liderados por Carlos Carbó y Álvaro Mariátegui constituyeron a finales del pasado año otro fondo de 150 millones para no desatender por completo el nicho de empresas más pequeñas en el que se inició e hizo carrera con sus primeros proyectos (Nazca I, de 100 millones, y Nazca II, de 150 millones).
Este mismo patrón pronto podría ser replicado por Portobello Capital. La gestora que en la actualidad tiene en el haber el fondo vivo más grande del capital riesgo nacional, con 600 millones, está tratando de poner en pie un vehículo con una bolsa de recursos inferior, de alrededor de 300 millones, con el que tomar participaciones minoritarias en pymes, explican fuentes del mercado. Si los planes de la entidad se materializan, los dos proyectos se convertirán en coetáneos.